lunes, 14 de octubre de 2013

ANÁLISIS DE VÍDEO 2


RESUMEN



Original cortometraje que denuncia la violencia de género. Si bien es de corte social fue ubicado en la categoría de ficción en los premios Goya por la manera en que está compuesto, repleto de metáforas y simbolismos, lo cual lo hace bastante único, y trascender ya no a una exposición simple de dicha violencia sino a un mensaje más esperanzador, bastante sabido pero pocas veces tomado.

La vida de Julia transcurre en una bañera y se va ahogando con sus penas, con su sufrimiento, con esas ganas de ponerle fin al orden de las cosas. El agua es el sentir de la mujer, la mujer se siente "ahogada" al temer de su marido y temer de quienes la rodean. 

El cinturón simboliza la violencia hacia la mujer. El señor quiere pasar el cinturón a Marquitos, su hijo cuando éste crezca (quiere heredarle la violencia hacia la mujer). Julia esconde el cinturón porque la mayoría de las mujeres que sufren abuso esconden la violencia que están viviendo. Aun asi los familiares de su esposo, intentan enseñarle como se "trata a una mujer", ya que tienes dominadas a sus esposas, y él no puede encontrar su cinturón. Julia no puede hablar, asustada, él no la deja, la golpea, le suplica que le entregue su cinturón, por años transcurre y el cinturón en tal pelea, ya no se desprende.
Al final la mujer decide ser libre y sale de la marea hacia la tierra firme, dejando atrás todas esas generaciones de mujeres que han sufrido la violencia de un hombre.


COMENTARIO

Inútil y triste es esperar que la vida cambie por sí misma porque no existe el valor para cambiar el orden de las cosas, ese orden nefasto que puede envenenar generación tras generación. La esperanza de la que nos hablan en el cortometraje es esa capacidad para tomar grandes decisiones en el momento adecuado y así, impedir una vida de temor, como la decisión que tomó Julia , cambiar el orden de las casa, ya no seguir siendo abusado, dejar de ahogarse en su desesperación, sufrimiento y silencio
Hasta hace apenas treinta años, la dominación, el sometimiento, el abuso y la agresión hacia la mujer por parte de su compañero, no eran reconocidos como delitos y era impensable que el agresor pudiera llegar a ser sometido a la Justicia y procesado. En primer lugar, porque se trataba tan sólo de agresiones hacia mujeres –una insignificancia- y, en segundo término, porque eran delitos que se cometían a puertas cerradas. Pero se sabía que estos avasallamientos a la dignidad humana ocurrían; y ante ellos, eran de recibo –y aún siguen siendo- las actitudes prescindentes, cómodas, y –por qué no decirlo- cómplices, condensadas en el famoso: “No te metas”, o en la  culpabilización de la mujer, para justificar la agresión masculina: “Algo le habrá hecho ella a ese pobre hombre, tan amable, tan simpático...” 
En los últimos quince años, la violencia hacia la mujer, -que es el medio más eficaz que ha encontrado el hombre a lo largo de la historia para asegurar su dominación sobre ella-, pasó a ser materia de preocupación internacional y a considerarse como una violación a los derechos humanos.

Muy agradable y agudo guión, en dónde en pocos momentos se muestra explicita la violencia pero sin embargo, sabemos que existe. Y a veces eso es lo más doloroso, lo que se calla, lo que no se ve.



IMAGEN


La que mas me gustó fue  ultima, donde van apareciendo todas las bañeras y cada una tiene una correa colgando pero la de Julia, esta limpia y las otras están manchadas de negro. A mi parecer representa, el escape de Julia del maltrato del hombre, de dejar sufrir de la violencia y empezar algo nuevo, renovarse sin él, en cambio las demás bañeras son las de sus generación, o de las mujeres de la familia de su esposo que han sido maltratadas y dominadas por los hombres, que no han podido escapar de la correa, es decir la violencia de estos.


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